Para cuidar mejor de tus muebles con pintura de poliuretano hay que entender un poco acerca de cómo funciona la pintura en ellos y qué debes saber para mantenerlos con un color firme e ideal.
En los muebles domésticos encontramos dos categorías de material: los de poro abierto y de poro cerrado. Ambos tienen distintas propiedades que demandan lacados distintos. Para el primero se aplican varias capas de laca que buscan formar una película gruesa que resista más a las influencias externas. En el caso de las maderas de poro cerrado, en cambio, se busca conseguir un resultado más brillante o mate aplicando la laca. Estas tienen un contenido mayor de resina y plastificante que ayudan a conseguir estos resultados.
Una gran manera de revitalizar el color de la pintura de tus muebles es aplicando detergente (de PH neutro) como lo especifican algunos jabones para cuerpo o manos y luego frotar con un trapo húmedo de aceite mineral como el aceite de bebe, por ejemplo.
Ten en cuenta que el trapo o cualquier utensilio que uses para limpiar los muebles estén limpios y libres de residuos como polvo o arena ya que pueden llegar a rayar un mueble, sobre todo aquellos que tienen pintura mate. Esta textura es muy delicada una vez pintada y no debe ser lijada por ninguna razón a menos que sea para su reparación. Considera hacer la limpieza en la sombra ya que las manchas de agua pueden fijarse por efecto del sol haciéndolas imposibles de remover con un pulido.
Para quitar marcas de grasa o huellas es recomendable usar un limpiador basado en solventes de laca. Para esto se recomienda usar un paño húmedo con la solución y otro seco para secar el mueble al final de limpiarlo.